Su papel en las leyes educativas españolas

Ésta es la manera en que han recogido la figura del orientador psicopedagógico las leyes educativas en España en los últimos 30 años:

- Ley General de Educación (1970). El aterrizaje de los primeros orientadores en los centros educativos españoles se remonta a los años sesenta, pero las primeras referencias a la orientación como un derecho del alumno no aparecen hasta la Ley General de Educación.

Siete años después, el Ministerio de Educación y Ciencia organizó los primeros equipos de orientación para primaria. En aquellos años, la orientación se entendía sobre todo como una forma de rehabilitación o como un asesoramiento de cara al futuro laboral.

A mediados de los años ochenta, aterrizan en las escuelas grupos externos multiprofesionales formados por psicólogos, pedagogos, logopedas, trabajadores sociales y otros profesionales con el principal objetivo de favorecer la integración de alumnos con minusvalías.

- LOGSE (1990). La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) consolidó a los orientadores en la educación primaria. Para ello convirtió sus contratos laborales en plazas de titulares y redefinió sus objetivos. La LOGSE instauró además los departamentos de orientación en los centros de secundaria. Con este fin, estableció la figura de profesor de secundaria de la especialidad de psicología y pedagogía, e hizo obligatoria su participación en los institutos públicos.

Hasta ese momento, las funciones de orientación las desempeñaban en algunos centros profesores que recibían formación para realizar pruebas psicométricas y evaluaciones de capacidades. A partir de la LOGSE, la orientación ya no se concibe como una forma de solucionar o de curar los problemas del alumno, sino de resolver las deficiencias del sistema para atender a sus diferentes necesidades educativas. En 1992 se convocaron las primeras oposiciones, que desde entonces se convocan anualmente.

- Ley de Calidad (2002). La Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) ha entrado en vigor el mes pasado, aunque su aplicación dependerá en gran medida de los desarrollos reglamentarios que está preparando el Gobierno. No obstante, apenas, según los especialistas en esta cuestión, esta norma apenas hace referencia a la figura del orientador y el texto de la ley no introduce ni cambios significativos ni avances con respecto a las funciones de orientación en los centros.