El fiscal pide para una mujer que arrojó a su bebé a un contenedor 18 años de cárcel

El juicio oral contra María Elvia S. G., un mujer ecuatoriana de 27 años acusada de haber matado a su hijo recién nacido arrojándole a un contenedor de basura envuelto en una bolsa de plástico comienza hoy en la Audiencia Provincial de Madrid. Según señala el escrito del fiscal, que solicita 18 años de prisión para la inculpada, sobre las 8.45 del 3 de febrero de 2002, María Elvia, que se encontraba en los últimos meses de gestación de su embarazo, estaba en la cocina del piso que compartía con otros compatriotas en la avenida de España de Alcobendas. La inculpada dio a luz un varón que nació vivo y, tras oír el llanto del bebé, lo metió en una bolsa de plástico para la basura, con la clara intención de acabar con su vida.

A continuación, salió a la calle y arrojó a su hijo a un contenedor de basura. El niño murió por asfixia pocos minutos después de ser arrojado al contenedor.

María Elvia regresó a su vivienda, donde sufrió una fuerte hemorragia a consecuencia del parto, por lo que fue trasladada al ambulatorio de San Sebastián de los Reyes, donde confesó que acababa de dar a luz un bebé al que había arrojado a un contenedor de basura. Posteriormente, relató la misma versión a la policía.

El ministerio fiscal considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de confesión y la agravante de parentesco, y considera a la acusada autora del mismo.

Por su parte, la defensa, que pide la libre absolución de María Elvia, asegura que la edad mental de su cliente es de 13 años y medio, y que padece un trastorno esquizoide de la personalidad con tendencia a la introversión y al aislamiento, lo que le impidió conocer la ilicitud de su actuación en el momento en que ocurrió el suceso.

Anulado el intelecto

Asimismo, indica que María Elvia tiene dificultad para adaptarse a situaciones nuevas y tendencia a vivir en un mundo imaginario. A juicio de la letrada Mari Luz Bleda, cuando se puso de parto "se le anularon las defensas psicológicas que había desarrollado" y se enfrentó a una situación muy estresante, teniendo anuladas por completo sus facultades intelectivas.

Igualmente, relata cómo tras arrojar a su bebé al contenedor, María Elvia regresó para recuperarlo, pero no pudo conseguirlo al hallarse la bolsa en el fondo. Tampoco pudo abrir el contendero, ya que sólo se puede hacer empleando una grúa.