Los síndicos firman la paz y entregarán todos los informes antes de las elecciones

El largo y enconado conflicto de la Sindicatura de Cuentas, el órgano fiscalizador de las administraciones públicas catalanas, ha entrado aparentemente en vía de solución. Los siete síndicos, que en los últimos tres años han mantenido reiterados episodios de enfrentamiento interno, firmaron la pasada semana la paz y aprobaron por unanimidad el documento Programa de normalización y compromiso institucional, que hoy entregarán al presidente del Parlament, Joan Rigol.

Fuentes parlamentarias explicaron que el acuerdo incluye la reafirmación como síndico mayor de Marià Nicolàs, avalado por Convergència i Unió (CiU), y un plan de trabajo que fija un calendario para ir desatascando los asuntos pendientes, como la convocatoria de oposiciones para aumentar el personal de la institución.

Las mismas fuentes explican que el plan de trabajo incluye la entrega al Parlament de todos los informes pendientes antes de julio de 2003. Antes, por tanto, de que se convoquen las próximas elecciones autonómicas.

Entre los informes pendientes destacan la reelaboración del estudio sobre el caso Pallerols (el Parlament se negó a aprobar, por sus deficiencias, el informe inicial, elaborado por Nicolàs), acerca de los contratos públicos de Europraxis -empresa vinculada a Josep Pujol Ferrusola- y sobre Prolhasa, que pertenecía a la Diputación de Barcelona.