"No queremos impedir la reforma, pero creemos que hay sitio para todos"

A las 500 familias que viven de la venta ambulante y de los encantes lo que más les preocupa es su futuro. No tienen una opinión sobre si el anillo elevado de Glòries debe persistir o no, pero entienden que la reforma del conjunto les afecta. "Nosotros lo que queremos es quedarnos en el entorno de Glòries. De hecho es lo que ya habíamos pactado con el Ayuntamiento hace años. Después -hace más de dos años- cambiaron de opinión y pretendieron imponernos el traslado a Vall d'Hebron, algo a lo que nos negamos", explica Diego Escámez, el presidente de la junta de comerciantes. "No queremos ser un impedimento para la reforma, pero creemos que hay espacio para todos", añade.

El mercado de los encantes se estableció en 1928 y actualmente en torno a él ha florecido un importante núcleo de anticuarios que se han instalado en las inmediaciones de la plaza de las Glòries. Otro fenómeno que también se ha consolidado junto a los encantes es la venta ilegal, hasta el punto de que quienes la practican se han apoderado del espacio central del parque y del Bosquet dels Encants.

Explica el presidente de la junta que han intentado conocer las intenciones del consistorio, pero que por toda respuesta les han dicho que ya les informarán. "Lo que no pensamos es cortar el tráfico para protestar o para exigir respuestas, porque no queremos perjudicar al ciudadano", dice Escámez.