La UE aprueba el paquete fiscal a costa de mantener el secreto bancario

El secreto bancario seguirá existiendo sine die en la UE. Luxemburgo, Bélgica y Austria, los tres países que permiten legalmente a los bancos instalados en su territorio abrir cuentas opacas, tendrán que aplicar a cambio una retención "disuasoria" a las rentas generadas por los depósitos abiertos por los no residentes. Los ministros de Finanzas de la UE y la Comisión Europea se consuelan afirmando que es un primer paso hacia la armonización de la fiscalidad en el ahorro y que permitirá limitar la evasión fiscal.

La recta final de la negociación se centró en el nivel de ese impuesto. Los tres países con secreto bancario no se conformaban con evitar el intercambio de información con las autoridades fiscales de los otros países, sino que además pedían una retención menor. Al final se acordó que esa retención se irá introduciendo de forma progresiva desde el 1 de enero de 2004, en tres fases: un 15%, hasta el 1 de enero de 2007; un 20%, hasta 1 de enero de 2010, y un 35% a partir de ahí.

Es decir, que los ahorradores que decidan invertir su dinero en cuentas cubiertas por el secreto bancario para evitar el control fiscal en su país tendrán que pagar un precio. El resto de los países de la UE podrán optar por un sistema de intercambio de información. El acuerdo político alcanzado ayer tiene que ser refrendado ahora por Suiza, antes de hacerse efectivo.

El problema es que las autoridades helvéticas quieren hacer un tratamiento diferenciado en el nivel de esa retención en función de la tasa que se aplique en el país de origen del inversor. La Comisión espera un compromiso, pero advierte de que el modelo suizo es "discriminatorio" porque favorece las inversiones hacia los bancos helvéticos frente a los europeos.

El acuerdo en la fiscalidad del ahorro permitió salvar los otros dos elementos del paquete fiscal: un código de conducta para eliminar los regímenes fiscales perniciosos para las empresas y una directiva sobre los intereses y cánones. Sigue pendiente la aprobación de la directiva sobre la armonización de la fiscalidad en la energía.