Tambores de guerra
La renta variable europea ha registrado nuevas cesiones, influida por el aumento de las tensiones geopolíticas y la falta de signos que hagan pensar en una reactivación económica. Tal contexto vuelve a generar desconfianza en los mercados, tal y como lo reflejaba la cotización del oro que alcanzaba fuertes revalorizaciones hasta niveles de 357 dólares por onza, máximos desde principios de 1996, y que refleja su comportamiento como valor refugio. Tan sólo la publicación de mejores previsiones de ventas, la eliminación de la deuda neta y la llegada a un break-even operativo por parte de Alcatel generaban cierto optimismo en el mercado que contagiaba al sector tecnológico.
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