Los feudos de CiU, amenazados

Convergència i Unió (CiU) deberá afrontar en las próximas elecciones municipales la amenaza que se cierne sobre su predominio incontestado en dos de sus feudos más sólidos: las comarcas del Ebro, marcadas por la oposición al Plan Hidrológico Nacional (PHN), y los pequeños municipios, en muchos de los cuales se celebrarán por primera vez elecciones competidas, con más de una lista.

La federación nacionalista ha obtenido tradicionalmente muy buenos resultados en las comarcas del Ebro, una de las zonas de Cataluña en que también el Partido Popular (PP) solía obtener un porcentaje de votos superior a su media. Las constantes históricas, no obstante, están ahora en entredicho por el impacto del PHN: las próximas municipales serán la primera ocasión en que los ciudadanos acudirán a las urnas desde que el polémico plan fue aprobado con los votos de CiU y el PP.

Los convergentes van a por Girona ante la renuncia de Nadal, el alcalde del PSC que mantuvo la mayoría absoluta en una ciudad de perfil conservador

Consciente del desgaste en uno de sus puntales más simbólicos, adonde los consejeros y el propio Pujol son recibidos ahora con abucheos, Convergència ha vuelto a reivindicar el trasvase de agua del Ródano en un intento de insuflar ánimos a sus alicaídos militantes en el Ebro.

Paradójicamente, CiU aspira a recuperar la alcaldía de Tortosa, la capital de las comarcas del Ebro, que perdió en 1999 por una rocambolesca operación mediante la cual el PP votó como alcalde al candidato de Iniciativa, los herederos del comunista PSUC. Y va a poner los máximos esfuerzos en Girona para tratar de aprovechar la renuncia de Joaquim Nadal, que ha mantenido con mayoría absoluta para el PSC la alcaldía de una localidad de perfil sociológico conservador.

Los pequeños municipios del interior de Cataluña han sido hasta ahora un monopolio de CiU, que vencía casi sin necesidad de campaña porque en muchas localidades era la única lista que se presentaba. En 2003, esto empezará a ser una rareza porque el Partit dels Socialistes (PSC) y Esquerra Republicana (ERC) están apretando el acelerador para presentar listas en muchos de estos feudos. Los socialistas tienen previsto presentarse, como mínimo, en 650 de los 948 municipios -en 1999 no llegaron a los 600- y ERC acaricia los 600 cuando hace cuatro años se quedó en 370.