Música bien contada

Hay que tener un justificante muy gordo para no acudir a estas clases. Y es que Siruela, en una edición de lujo, ha sacado publicadas aquellas lecciones magistrales que el vital y revoltoso Leonard Bernstein ofreció en los años cincuenta y sesenta para escolares y que quedaron para la eternidad recogidas en un programa de televisión que se transmitía desde Nueva York.

Se titula El maestro invita a un concierto y escarba en cuestiones cruciales de la música explicadas con el sentido práctico llevado al máximo en un judío estadounidense de pura cepa, como era él, uno de los directores y compositores más brillantes del siglo XX.

Bernstein indaga en las formas y las armas musicales, con lecciones que van desde la orquestación, la sonata, los modos hasta las melodías, y repasa caprichosamente, es decir, huyendo de los terrenos trillados, a compositores y movimientos musicales que le aportan algo especial, desde Sibelius o Berlioz hasta el impresionismo o el humor en la música, un capítulo ejemplar en el que Bernstein desgrana diversión hasta en las marchas fúnebres.

Las lecciones, que en el programa televisivo se intercalaban con ejemplos prácticos de la orquesta, se pueden escuchar también si se sabe música, porque los intervalos sonoros están intercalados en el papel como partituras. Los maravillosos dibujos de María Pascual ilustran un libro que es crucial para despertar nuevas sensibilidades.

También la ópera cuenta con su propuesta didáctica. Se trata de Mi primer libro de ópera (Diagonal Junior), escrito por Jordi Serra i Fabra, que elige 10 obras digestibles para niños, también con ilustraciones, y las relata a manera de cuento fantástico con todos los elementos de leyenda y aventura que se pueden encontrar en el género.