Felipe no puede con el Barça

Esta vez no sirvieron las dobles figuras de Felipe Reyes (16 puntos y 12 rebotes), ni la buena actuación de Brewer ni la callada pero eficaz labor de Carlos Jiménez bajo los aros. Por alguna razón, pues el Barça no jugó ni de lejos su mejor partido, los azulgrana acabaron doblegando al Estudiantes (80-74) y confirmando un día más que este equipo tiene mimbres de ganador.

Y los tiene porque Bodiroga, aunque no brille, siempre está en el lugar correcto en el momento oportuno. Porque Navarro es un seguro ofensivo (19 puntos ayer) y porque Dueñas, aunque se muestre irregular, es una garantía de intimidación en la zona. Cierto que ayer el gigante azulgrana no siempre pudo con Felipe Reyes y que los pivots colegiales sonrrojaron a los azulgrana (43 rebotes frente a 25 el Barça). Pero, por momentos, sus puntos y sus enormes brazos fueron decisivos para que el Barça mantuviera la delantera.

Casi tanto como la inteligencia y el saber estar de Bodiroga. Ayer, cuando se decidía el encuentro, y Estudiantes amenazaba la hegemonía azulgrana, (73-69, a un minuto para la conclusión), el alero yugoslavo asumió la responsabilidad, puso cabeza al juego y esperó a que le hicieran faltas. Y cuando Bodiroga va a la línea de tiros libres es sinónimo de canasta. Así, puntito a puntito, los de Pesic -el técnico confirmó ayer que deja la selección yugoslava a petición del Barça-, decidieron un partido muy igualado -el Barça nunca superó los nueve puntos de ventaja-, plagado de errores, un tanto insulso e impropio de dos contendientes de su categoría.