Varig nombra a su tercer presidente en tres meses para evitar la quiebra

La aerolínea de bandera brasileña Varig, una de las mayores de América Latina, nombró ayer su tercer presidente en tres meses con la misión de reestructurar la compañía para sacarla de la peor crisis sus 75 años de historia. El nombramiento recayó en el director de relaciones con los inversores, Manoel Guedes, que sucederá a Arnim Lore, quien llegó al cargo en agosto pasado y renunció el lunes pasado.

La crisis de Varig, provocada por una pesada deuda de 900 millones de dólares, se ha visto agravada por las dificultades que atraviesa la aviación mundial desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EE UU. En el primer semestre de este año, Varig tuvo unas pérdidas sin precedentes de unos 315 millones de dólares, el doble de las registradas en todo 2001, situación que puede dejar a la aerolínea en tierra si no llega a un rápido acuerdo con los acreedores. De hecho, el suministrador de combustible de la compañía ya amenazó con cerrar la espita si no le paga los 40 millones que le debe. Varig tiene una flota de un centenar de aviones y cerca de 15.000 empleados, y atiende 110 destinos nacionales y 27 internacionales.

El arreglo negociado el mes pasado entre el Consejo de Administración y los acreedores, y que tenía el apoyo del Gobierno, fue rechazado la semana pasada por la Fundación Rubén Berta, que controla el 87% de la aerolínea, lo que detonó la crisis. El rechazo causó malestar en el Gobierno, que participa en la operación de salvamento a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). El banco de inversiones oficial pretendía aportar 300 millones, pero la operación se paralizó hasta que Varig presente un plan de reestructuración viable.