Entre lo real y lo fantástico
Hijo de un matrimonio italiano emigrado a Cuba, Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas en 1923, pero pronto volvió a Italia, donde pasó su infancia y juventud. Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial se unió a los partisanos comunistas de la brigadas Garibaldi para combatir contra la dictadura de Mussolini. Esta experiencia quedó recogida en su primera novela, El sendero de los nidos de araña, publicada en 1947 bajo los auspicios de Cesare Pavese, escritor de quien Calvino siempre se consideró discípulo.
El carácter neorrealista de esta primera obra continúa en la siguiente, Por último, el cuervo, libro de relatos que publica en 1949. Mientras, Calvino trabaja en la prestigiosa editorial Einaudi y colabora con el diario comunista L'Unità, labores que compagina con sus estudios en la Facultad de Letras de Turín.
En los años cincuenta Calvino comienza a explorar las posibilidades de la fantasía frente al realismo en su trilogía Nuestros antepasados, de la que forman parte El vizconde demediado (1952), El barón rampante (1957) y El caballero inexistente (1959). Después de que las tropas soviéticas invadan Hungría en 1956, Calvino abandona el Partido Comunista de Italia y se retira de la vida pública.
En la década de 1960 aparecen sus libros de ciencia-ficción, género al que pertenecen Las cosmicómicas y Tiempo cero, mientras que paralelamente realiza una crónica de la evolución de la sociedad italiana en obras como La jornada de un interventor electoral y La especulación inmobiliaria.
En 1964, Calvino regresa a Cuba de visita y allí se casa con la traductora argentina Esther Judith Singer, con la que tendrá una hija. Tres años más tarde, el matrimonio se traslada a París, donde vivirá hasta 1980, cuando vuelve a Italia para instalarse en Roma. Durante los años de estancia en Francia Calvino escribe y publica Las ciudades invisibles (1972), El castillo de los destinos cruzados (1973) y Si una noche de invierno un viajero (1979). En 1985, el escritor muere a los 62 años en un hospital de Siena víctima de un derrame cerebral.
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