Rosinha Garotinho, nueva gobernadora de Río

Tuvo más suerte su mujer que él. Anthony Garotinho perdió las elecciones presidenciales frente a los candidatos Lula y Serra, mientras que su mujer, considerada la Evita Perón brasileña, sin experiencia política anterior y con sólo su carisma personal y su capacidad de diálogo con el mundo suburbano más pobre, se ha adjudicado el importante papel de gobernadora de Río, el segundo Estado más importante del país.

Lo que no le ha faltado ha sido sentido del humor. Al alcaldea de Río, Cesar Maia, su adversario político -que estaba tan seguro de que Rosinha no podía ganar y que había dicho que si lo hacía se pasearía desnudo por la ciudad-, la nueva gobernadora le mandó ayer un mensaje en el que decía que le ahorraba el sofoco, sobre todo porque 'Río no merece eso'.

Acompañada por su marido, a quien le había ofrecido ser su secretario si él perdía y ella ganaba, y sus nueve hijos, cuatro del matrimonio y cinco adoptados, la nueva gobernadora se paseó por el centro de Río repartiendo rosas blancas. Iba vestida con una camiseta en la que estaba grabado con el nombre de Jesús. Rosinha es evangélica, como su marido.

Curiosamente, la victoria de Rosinha ha sido un alivio para Lula, ya que ahora Garotinho podrá libremente ofrecerle el 15% de sus votos, que eran de clara oposición al Gobierno, a cambio de algún cargo importante. Ya se habla de que Lula ha tratado con él la posibilidad de quedarse con la presidencia de Petrobrás. Si Rosinha no hubiera ganado en primera vuelta, su contrincante en el segundo hubiera sido la negra Benedita da Silva, del partido de Lula. ¿Qué hubiese hecho el Partido de los Trabajadores (PT)? ¿Sacrificarla votando por Rosinha para conseguir los votos de Garotinho?

Lula no ha ganado en la primera vuelta, como millones de electores esperaban, pero sin duda su partido sale muy reforzado de estas elecciones. Ha ganado las elecciones en 25 estados. Los demás candidatos, incluido José Serra, sólo en uno. Y en el Senado, que en Brasil es una institución de gran fuerza, el PT ha conseguido ya 14 escaños, más que nunca en su historia.

El efecto Lula ha servido también para que en nueve gobiernos de los estados el PT vaya a disputar la segunda vuelta. El caso más espectacular e inesperado ha sido el de José Genoino en São Paulo, que siempre aparecía el tercero en los sondeos y que gracias al empuje de Lula ha conseguido colocarse en posición para disputar la segunda vuelta y apenas a seis puntos de diferencia (32% frente a 38%) del candidato del partido de Serra. Si Genoino ganara, São Paulo, que suma casi el 30% del producto interior bruto nacional, tendría alcalde y gobernador del PT.