La entrega de Castaño

Los posibles arreglos del jefe paramilitar con la justicia estadounidense pueden tener profundas repercusiones sobre el inmediato futuro nacional.

Además de asombrosos y desconcertantes, el pedido de extradición de Carlos Castaño y la casi inmediata declaración del jefe paramilitar de que se entregará a los Estados Unidos son hechos que bien pueden alterar la agenda del país en los próximos meses. (...) ¿Por qué deciden los Estados Unidos pedir en extradición a la cúpula paramilitar y por qué escogen el viaje de Uribe para anunciarlo? (...) ¿Quiere el jefe paramilitar salvar su pellejo delatando a los capos de los nuevos carteles, o es parte de una jugada de alta política a tres bandas, que combina la narcotizada visión estadounidense del problema colombiano y los motivos que pueda tener el gobierno de Uribe para blindarse frente a los señalamientos que se le han hecho -hasta ahora sin pruebas- de sus relaciones con el paramilitarismo?

(...) Si lo que sigue es el pedido de extradición de la cúpula de las FARC, ¿qué sentido tienen, no se diga la mediación de la ONU, sino alternativas ya de por sí poco factibles como el sometimiento, el diálogo político o una nueva negociación? (...) Con la defección de Castaño, las Autodefensas como proyecto político sufren un golpe de muerte. (...) Habría que preguntarse hasta dónde buena parte de la agenda nacional dependerá de los arreglos a los que pueda llegar la justicia de un Estado extranjero con un personaje que viene del narcotráfico y tiene fama de genocida. (...)

Bogotá, 26 de septiembre