El consejero vasco de Justicia califica de "atropello" el auto de Garzón

El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), volvió a arremeter ayer contra la decisión del juez Garzón de suspender las actividades de Batasuna y de cerrar sus locales. Azkarraga calificó el auto de Garzón de 'peligroso atropello', 'intento de involución' y 'chapuza'. Según el consejero, 'la democracia está conociendo una de sus etapas negras'.

Azkarraga se ha caracterizado por su beligerancia verbal desde que accedió al Gobierno vasco en julio del pasado año. Desde su condición de hombre fuerte de EA en el Ejecutivo autónomo no ha escatimado críticas al Gobierno central sobre varios aspectos. Su reivindicación de un Poder Judicial vasco le ha supuesto numerosos reproches desde diferentes ámbitos judiciales.

Según el consejero, la coincidencia en el mismo día de la 'doble ofensiva política y judicial contra Batasuna', con el cierre de sedes y la petición del Congreso de ilegalizar a Batasuna, conduce a pensar que ha existido una 'connivencia evidente entre el Gobierno de José María Aznar y Garzón'. 'No trato de perturbar su independencia [de Garzón]', añadió, 'son los hechos los que ponen en duda que esa independencia exista'. Para Azkarraga, el empeño de los 'relevantes dirigentes' del PP por llevar a Euskadi al precipicio de la confrontación obliga a las fuerzas nacionalistas a responder.

Manipulaciones

Las declaraciones de Azkarraga fueron rápidamente replicadas por el coordinador de Organización del PP, Pío García Escudero, quien le acusó de 'manipular' las actuaciones judiciales y las leyes, lo que le inhabilita para ejercer como consejero. 'La ilegalización', explicó, 'se fundamenta en que una formación política apoya las actuaciones de un grupo terrorista'. García Escudero recordó que la Constitución fomenta la libertad de expresión, incluso de las ideas independentistas, 'siempre que se utilice el Parlamento y no la violencia'.

Por otro lado, las juventudes de EA criticaron la actuación de la Ertzaintza en la clausura de las sedes de Batasuna porque se empleó con 'una excesiva dureza' y de manera 'prepotente'.

Mientras, el secretario de Organización de EA, Rafael Larreina, anunció de forma enigmática que su formación va a impulsar una ley vasca de partidos políticos para 'plantar cara al Estado' en la búsqueda de un nuevo marco jurídico-político y para garantizar que todas las sensibilidades políticas tengan 'cauces de expresión democrática, política e institucional'.