Una inmigrante abandona a sus dos hijos en un centro de Ceuta

Dos menores de nacionalidad turca, Mohar y Assad O., de 13 y 14 años, llevan diez días sin noticias de su madre, M. O., una inmigrante procedente del norte de aquel país, que los dejó en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, unas instalaciones en las que la familia permanecía acogida junto a otros 263 extranjeros.

M. O., de 34 años, llegó a la ciudad autónoma junto a sus dos hijos hace algunos meses y hasta ahora había presentado una conducta que no hacía sospechar que abandonaría a los niños. Al llegar a Ceuta y viajar con niños fue ingresada en el centro de acogida hasta que resolviera su situación legal. En su ficha constaba que era viuda y aseguraba tener la nacionalidad turca El pasado 21 de julio, la mujer salió del CETI ceutí, ubicado en el Monte de Ingenieros y a unos dos kilómetros del casco urbano, pero no regresó.

Sus hijos tampoco pueden explicar lo sucedido. Los responsables del centro, que depende del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) , esperaron varios días para denunciar su desaparición, manteniendo la esperanza de que la madre regresara al centro y razonara los motivos de su huida. Pero el pasado viernes, ante la ausencia de informaciones, la dirección del CETI decidió certificar la desaparición y dar parte de lo ocurrido al Grupo de Menores de la policía y al Servicio de Atención a la Familia, que se han encargado de gestionar la localización de algún familiar de los niños y de investigar el paradero de la inmigrante turca. Se desconoce si ésta decidió abandonar a sus hijos por voluntad propia o si la desaparición obedece a otros motivos.

Tras días de búsqueda, la Delegación del Gobierno ha contactado con una hermana de la madre, residente en Alemania, que se ha comprometido a responsabilizarse de Mohar y Assad, que ajenos a la situación, han sido trasladados del CETI a un centro de protección de menores dependiente del Gobierno local. En este centro se les ha habilitado un dormitorio mientras se decide si su futuro es viajar a Alemania o si se les declara en desamparo, por lo que su tutela recaería en las autoridades españolas.