'Y luego dirán que no hubo huelga', ironizan los sindicatos

Los secretarios generales de los dos grandes sindicatos, José María Fidalgo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT), estaban ayer claramente satisfechos con la crisis de Gobierno, que se produce sólo 20 días después de la huelga general. Aunque no quisieron vincular expresamente ambas cosas, la alegría era evidente y Méndez, al ser preguntado por esa vinculación, respondió irónicamente: 'Si el presidente dice que no ha habido huelga, será que no ha tenido influencia'. Pero enseguida sonrió y admitió: 'Algo habrá tenido que ver, ¿no?'.

Justo antes de empezar la conferencia de prensa en la sede de Izquierda Unida, los dos sindicalistas bromeaban: 'Nosotros no tumbamos Gobiernos, no nos metemos en política, habrán tenido algún problemilla interno', comentaba Fidalgo. Entre las risas llegó una mala noticia para ellos: Juan Carlos Aparicio deja el Ministerio de Trabajo, y ya entonces se rumoreaba que Eduardo Zaplana le sustituiría.

Justo entonces llegó la llamada de Aparicio para despedirse de ambos tras largos meses de negociaciones, algunas exitosas, las últimas claramente fracasadas. Entre los sindicalistas no supuso una sorpresa. 'Aparicio se quería marchar porque no le gustaba la ruptura del diálogo. Si no lo cesan, él se hubiera ido', comentó uno de ellos, quien avanzó que la elección de Zaplana no augura buenos tiempos para el diálogo social.

Cese en trabajo

Todos coincidían en que, en cualquier caso, destituir al ministro de Trabajo 20 días después de una huelga general es, políticamente, como asumir que el paro ha sido un éxito. 'Me parece que últimamente no andan muy finos en el Gobierno', comentaba irónico Fidalgo respondiendo a una reflexión de Francisco Frutos, el secretario general del PCE.

Por la mañana, en la sede del PSOE, Méndez trató de minimizar la importancia de esta crisis: el problema, dijo, 'está en el tronco, y no en las ramas'. El tronco es Aznar y su talante, según explicó, y las ramas son los ministros, cuya desaparición no tiene por qué modificar la línea política del Ejecutivo. Si Aznar no cambia su forma de enfrentarse al diálogo social, dijo el líder de la UGT, 'la cosa seguirá sin tener remedio'.

Méndez añadió que lo que tiene España es una crisis de 'gobernación' y no de Gobierno, así que estos cambios pueden quedar en nada.

Al ser preguntado por la situación ante el debate del estado de la nación, Méndez bromeó con la idea de que 'Aznar se ha autocensurado, porque se ha pulido a un número importante de ministros'.