Mercado apagado

Los mercados de valores tuvieron ayer una jornada de asueto en la que, según las opiniones, se produjo algo entre un rebote técnico y una caza de gangas. A juzgar por el volumen negociado en el Mercado Continuo, 945 millones de euros una vez descontadas las operaciones institucionales -que sumaron más de 600 millones de euros gracias a la materialización de la venta del paquete de acciones de Vallehermoso propiedad del SCH -, la opción de la propia inercia del mercado, la que apuesta por el repunte técnico, contaba con más posibilidades de ser la causante de esta corta subida.

La posibilidad de que fuera el bajo nivel de los precios el origen de la reacción quedaba relegada a un segundo plano por el alto grado de incertidumbre que sufren las bolsas debido a que la gestión, empresarial y política, no parece estar en las mejores manos a tenor de las noticias que llegan de uno y otro ámbito, lo que constituye un gran obstáculo a la hora de tomar decisiones respecto de dónde y cuándo poner el dinero.

Los observadores más prudentes se limitaban a señalar lo 'apagado' que estaba el mercado, sin apuntar a las causas que, en el ámbito interno, son numerosas y abarcan un amplio perímetro dentro de lo político.

En lo económico, es la crisis latinoamericana y sus efectos secundarios lo que trae de cabeza a inversores y analistas y lo que les lleva a pensar que si un valor ha caído hasta determinado nivel no hay razón alguna para pensar que no vaya a seguir esa trayectoria. Es decir, que en estos momentos en el mercado todo el mundo piensa que la tostada va a caer inexorablemente del lado de la mermelada.

El resto de las bolsas europeas también tuvo un comportamiento muy moderado que, en buena parte, era fruto de la relativa tranquilidad de Wall Street en medio de la guerra psicológica que viven en Estados Unidos.