Secretos de vendimia

La vendimia es la labor del campo más costosa si se quiere obtener un mosto excelso. En nuestro entorno, este culto a la recogida del fruto hace que aún resulte muy extraño hablar de vendimiar a máquina, algo habitual en Australia o California. La vendimia mecánica, junto a la incorporación de los nuevos materiales en los tapones de la botella, son las asignaturas pendientes de nuestro sector en su aspiración de modernidad. Mientras este devenir se acerca lentamente, bodegas como Señorío de Otazu se declaran abiertamente a favor de la vendimia con máquina. Cuentan para ello con terrenos que lo hacen posible. En las parcelas inclinadas o las vaguadas de Rioja Alavesa esa mecanización es inviable.

Desde Señorío de Otazu nos enseñan cómo vendimiar de noche para que sus blancos elaborados con chardonnay lleguen en perfectas condiciones a los depósitos. Con esa materia prima hacen un chardonnay joven cargado de aromas frutales, muy estructurado y con una acidez muy presente en el paso de boca. También es claro ejemplo de dominio enológico elaborar un chardonnay fermentado en barrica, donde los aromas son más complejos, resaltando los pequeños matices de crianza.

Como la bodega tiene puestas sus miras en el mercado exterior, para sus vinos negros usa variedades foráneas como la merlot y la cabernet, y un pequeño aporte de nuestra tempranillo. Su crianza es un vino de exaltación al color con sus aromas vegetales y a frutas negras arropados por la crianza en nueva y buena madera. El paladar es potente, tánico y estructurado por la aportación de las varietales.

Para el Palacio de Otazu Reserva, selecciona esas parcelas de mayor calidad buscando ese vino de gusto universal. Caldos bien cubiertos de capa, donde sus aromas balsámicos dejan paso a un paladar profundo.