La ciudad como cementerio

Soy una ciudadana de Sevilla que, como la mayoría de sus habitantes, se ve obligada a transitar en vehículo por muchas de sus calles y avenidas. Hasta hace unos meses ese tránsito era calificable como normal, con los peros y peligros que existen en cualquier población con tráfico denso. Pero desde hace unos meses he observado que ha proliferado lo que parece ser una especie de señal de tráfico (porque se encuentra a pie de calzada), pero mucho más peligrosa. Mi primer encuentro fue en el cruce de la Avenida de Montesierra con el polígono industrial Carretera Amarilla, a la altura de una gasolinera. Me quedé estupefacta y casi me trago el semáforo al distraer mi vista dos cruces de flores con fotos y supongo una explicación sobre dos personas que allí perdieron la vida. Pero lo grave del asunto es que no son las únicas. Las hay por toda la ciudad y de varios tipos.

Lo primero que quiero decir al manifestar mi queja es que comprendo el dolor de las familias que supongo que son quienes han colocado allí tan macabra señal. Pero no entiendo ni creo que sea responsable, más bien me parece una vergüenza, que las autoridades municipales competentes consientan que se convierta la ciudad en un cementerio permanente y casi asesino, porque esas cruces y coronas distraen la atención de los automovilistas con el consiguiente riesgo de accidentes.