'Cagancho' inicia su retirada de los ruedos en la Maestranza

'Cagancho es el caballo que enamora. Cagancho y Pablo Hermoso de Mendoza son una unidad de destino en lo universal y han recreado el que llamaban arte de Marialva a unas alturas insospechadas; lo han dotado de un encanto inmarcesible'. Semejantes piropos lanzó en su día desde estas páginas al caballo estrella de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza, y al propio rejoneador, el llorado maestro Joaquín Vidal.

Ayer, el caballero anunciaba la retirada de los ruedos de su más famosa montura. Una despedida de las plazas de toros que Hermoso de Mendoza planea iniciar esta misma mañana en la Maestranza, lugar de algunas de las actuaciones más inspiradas de Cagancho, y que el rejoneador continuará en el resto de cosos en los que las actuaciones de su caballo torero le ayudaron a colocarse como primera figura del escalafón, como Madrid o Pamplona.

'A lo mejor mañana [por hoy] le corto la coleta', decía ayer el rejoneador navarro. 'Quiero que este año toree poco, sólo en los escenarios más importantes. Me da pena retirarlo, pero también me da alegría porque todavía está en forma, en un buen momento. No quiero que termine arrastrándose por las plazas', manifestaba Hermoso de Mendoza refiriéndose a Cagancho como siempre lo ha hecho, como si de un torero de a pie se tratara.

El jinete, que actuará esta mañana en un cartel en el que le acompañan Fermín Bohórquez y Diego Ventura, explicó que la retirada de Cagancho forma parte de un relevo en su cuadra, en la que están empezando a entrar hasta seis caballos nuevos. Dos de ellos, Roncal y Campogrande, podrían debutar hoy en España. Un tercero, Roble, el que más gusta a Hermoso de Mendoza y que le recuerda al propio Cagancho, aún está verde para torear en Sevilla. 'Tiene muchas posibilidades, pero también personalidad y dificultades', decía de él el rejoneador.

Por otra parte, Eugenio de Mora, herido menos grave en la corrida del domingo, recibió ayer el alta médica.