Jasikevicius salva el pellejo

Un guiño del destino, un premio al trabajo y a la fe indesmayable en el triunfo, un tiro que le permite al Barcelona sobrevivir en Europa. Todo eso significó el triple que anotó Jasikevicius en el último segundo del partido, ayer en el Palau Blaugrana. El Benetton de Treviso, que había dominado todo el tiempo, a veces por diferencias notables (40-51 o 54-62), se creía ya invulnerable cuando el Barça dibujó esa última, fantástica y sincronizada jugada. Garbajosa acababa de encestar en un despiste, otro en la larga serie, especialmente en la primera parte, de la defensa azulgrana. Y sólo quedaban cuatro segundos. Aíto pidió tiempo. Nacho Rodríguez sacó de fondo, Digbeu se la dio a Jasikevicius y el lituano, a toda pastilla, se arrimó a la línea de tres. Y desde allí ejecutó al Benetton, que de haber ganado dejaba al Barça practicamente en la ruina. Una lección de valentía y acierto por parte de Jasikevicius, que ya anotó de similar manera el tiro del triunfo azulgrana en la pista del Scavolini pero que el pasado domingo, tras realizar todo un partidazo, falló el disparo de gracia en la final de Copa ante el Tau.

El Barcelona mantiene ahora sus posibilidades pese a que ayer, privado de Navarro y De la Fuente, lesionados, y acusando el mal momento de Karnisovas y Okulaja -repuestos justo a tiempo, en el último cuarto-, sacó fuerzas de flaqueza y tiró de un enorme Varejao, que con 19 años, dio un recital cuando peor lo pasó su equipo ante un Benetton que jugó de maravilla la mayor parte del tiempo.