Adiós, cumbre, adiós

Vuelve la normalidad a Barcelona. La marcha de la mayoría de los mandatarios europeos -los últimos se fueron ayer a mediodía- dio la señal de salida para que todo el dispositivo de seguridad y de restricción de tráfico se activara en sentido inverso: fuera vallas, fuera perímetro de seguridad y restablecimiento de la circulación en las dos últimas estaciones de la línea 3 de metro. Lo más lento será el desmontaje de la carpa habilitada como centro de prensa en los terrenos de Torre Melina, ya que se trata de una estructura compleja que tardó más de dos semanas en ponerse a punto.

La primera señal de vuelta a la normalidad fue la apertura al tráfico general de los cuatro carriles de la avenida Diagonal, dos en cada dirección, que estuvieron reservados al transporte público durante la celebración de la cumbre. Eso ocurría sobre la una de la tarde. Casi de forma simultánea se empezó a trabajar en el desmontaje de los 450 metros de valla de la misma avenida: desde el acceso a Barcelona hasta la confluencia con la calle de Gregorio Marañón, donde estaba situada una de las puertas para acceder al Palacio de Congresos y al hotel Juan Carlos I. También se emprenderán los trabajos para liberar del perímetro de seguridad y las vallas al hotel Princesa Sofía.

Todas las vías de acceso al sur de la ciudad vuelven a la normalidad

A las cuatro de la tarde se abrieron al tráfico los laterales de la Diagonal, y los trabajos de desmontaje de la valla se centraron, sobre todo, en la calle de Gregorio Marañón, con la intención de habilitar un carril de sentido descendente para facilitar el tráfico con vistas al partido de fútbol Barça-Madrid. Sobre las siete de la tarde, todo el tronco central de la Diagonal quedó abierto al tráfico.

Las estaciones de Palau Reial y Zona Universitària de la línea 3 de metro fueron abiertas también sobre las cuatro de la tarde.

La marcha de la última comitiva marcó la vuelta a la normalidad en todas las vías de acceso y salida a la ciudad. Todos los carriles reservados al tráfico de las comitivas oficiales se devolvieron al uso general, incluida la carretera que conduce al aeropuerto. En El Prat, todas las medidas de seguridad también se levantaron tras la marcha de los últimos mandatarios que asistieron a la cumbre europea.

En cuanto al tráfico, ayer volvió a ser un día plácido tanto en los accesos y las salidas como en el interior de la ciudad.

Tras el éxito de las jornadas de la eurocumbre, todas las autoridades implicadas en el dispositivo de tráfico y de transportes agradecieron ayer el 'civismo' demostrado por buena parte de la población, que optó por evitar desplazamientos en los vehículos privados y utilizó de manera notoria el transporte público, y de forma muy especial la red ferroviaria.