Dos obreros se abrasan al inflamarse los gases emitidos por una cola

'Eran dos antorchas humanas'. Así describió el conserje del número 90 de la calle de Núñez de Balboa (Salamanca), Francisco Hernández, el accidente que sufrieron ayer dos obreros, Óscar Plaza, de 23 años, e Ignacio Gil, de 31. Ambos se quemaron el cuerpo al inflamarse los gases desprendidos por un pegamento. Plaza es el que estaba más grave anoche, ya que sufrió quemaduras de segundo grado en el 80% del cuerpo.

El accidente ocurrió alrededor de las 13.30, cuando los dos obreros estaban vertiendo cola de pegar en un pequeño despacho de unos diez metros cuadrados de la entreplanta primera para colocar un suelo sintético. Para acelerar el proceso utilizaban un pequeño secador. Pero este aparato soltó una chispa y los gases desprendidos por la cola se inflamaron. Las prendas que llevaban los operarios comenzaron a arder.

Ambos salieron corriendo escaleras abajo, en un intento de llegar a la calle. 'Bajaban gritando '¡socorro, ayuda!'. Llevaban toda la ropa quemada, en especial el más joven', explicó el conserje.

Estaba lloviendo, y Óscar Plaza corrió a la calle y comenzó a echarse sobre el cuerpo la poca agua que discurría junto al bordillo. 'Intenté apagar el fuego con el felpudo de la puerta y con las manos, pero era imposible. [El joven] tenía todo el cuerpo, sobre todo la cabeza, en carne viva', comentó Francisco Hernández. El portero cubrió a Óscar con unos trapos para no agravar sus heridas.

Hasta el lugar se desplazaron tres camiones de bomberos, dos UVI móviles del Summa y del Samur-Protección Civil y un coche patrulla de la Policía Municipal. Los heridos fueron atendidos por los servicios sanitarios. Óscar Plaza fue trasladado con pronóstico muy grave a la unidad de quemados del hospital La Paz. Su compañero sufría quemaduras en el 30% del cuerpo, sobre todo, en la cabeza y en las manos. Fue trasladado al hospital de Getafe.