Indignación por las víctimas de los bombardeos del Ejército

'Vinimos a nada', dijo con rabia y dolor un hombre después de escuchar al presidente de Colombia, Andrés Pastrana, en San Vicente del Caguán, centro de la llamada zona de despeje. 'Vino a dar un discurso y nos dijo cosas que hubiera podido decir allá. No nos dio oportunidad a los campesinos de hablar con él'. ¿Y qué quería decirle al presidente? 'Que acabó con unos campesinos, entre ellos mi hija de 15 añitos', respondió el campesino.

Unos cadáveres llegaron en la tarde del viernes a San Vicente. Aún permanecen tirados en bolsas en el cementerio. Los que los trajeron aseguran que son víctimas de los bombardeos del primer día de la Operación Thanatos. 'Tiraron bombas encima de la casa; por ahí no había ni campamentos ni nada', agrega este hombre de rostro agobiado, bajo un sombrero blanco. Los que transportaron los cadáveres aseguran que fueron víctimas de las bombas que cayeron sobre El Rubí, una aldea a cuatro horas de camino.

Hay también varios heridos. Desde hace dos días el comandante de la Fuerza Aérea señala que sus hombres sólo atacan 'objetivos claros', donde no hay posibilidad de que la población civil resulte afectada.

'Pueden ocurrir errores', ha reconocido, y anunció ya una investigación. 'Estoy muy bravo con todo esto, quería preguntarle al presidente qué va a hacer que quedaron en desamparo, sin recursos', enfatiza el padre de la joven muerta.

Por otra parte, Noemí Sanín, candidata del movimiento Sí Colombia, afirmó que negociaría si las FARC dejan sus acciones terroristas. Ayer el país amaneció con noticias de nuevas voladuras de torres y puentes. En Pitalito en Huila, al sur del país, se suspendió el servicio de agua. La presencia de sustancias extrañas obligó a enviar muestras a Bogotá para estudiar si es un posible atentado.