Vecinos del casco antiguo jiennense actúan contra los vehículos mal aparcados por la pasividad municipal

Habitantes del casco antiguo de Jaén se convirtieron ayer, a través de patrullas vecinales, en improvisados agentes de orden público con la interposición de 'multas simbólicas' a todos los vehículos mal estacionados en la zona. La iniciativa, que partió de la asociación vecinal Arco del Consuelo, trataba de llamar la atención del Ayuntamiento de la ciudad y denunciar la pasividad de las autoridades locales ante lo que consideran una situación que pone en peligro la seguridad de los vecinos por impedirse el acceso a ambulancias y coches de bomberos.

En apenas una hora, las patrullas vecinales formadas por miembros de la asociación Arco del Consuelo y el apoyo de la Asociación del Pequeño y Medio Comercio (Peymeco) colocaron 121 advertencias de mal estacionamiento a otros tantos vehículos aparcados en 15 calles del casco antiguo jiennense, siendo los casos más graves los de las vías Martínez Molina, Almendros Aguilar, plaza de San Bartolomé y calle Álamos. Además, las llamadas 'multas simbólicas' llamaron también la atención de una veintena de motocicletas que circulaban por las calles peatonales Maestra y Cerón.

'Por una ciudad más habitable' y 'Circular por calles peatonales nos pone en peligro' eran los avisos de las hojas informativas que los vecinos colocaron en los parabrisas de los vehículos ante la pasividad de la policía municipal, que en ningún momento hizo acto de presencia para retirar los coches mal estacionados.

El presidente de la asociación vecinal Arco del Consuelo, Antonio Lozano, explicó que, días atrás, una ambulancia no pudo acceder a recoger a un herido en la plaza de San Bartolomé y que los bomberos tampoco pudieron acercar sus motobombas para extinguir un pequeño incendio en la calle Capitán Oviedo. Todas estas circunstancias ha elevado la indignación vecinal en la barriada. 'Hemos tenido que movilizarnos ante el silencio municipal a nuestras demandas para contar con un barrio más habitable y transitable', comentaba Antonio Lozano, uno de los participantes en las singulares patrullas vecinales. La asociación viene planteando este problema al Ayuntamiento desde la primavera del año 2000.

No obstante, también se quiso concienciar a los conductores de la necesidad de respetar la habitabilidad de un barrio y las zonas peatonales, que son tomadas por los vehículos en las horas de mayor densidad circulatoria. No hubo que lamentar, en cualquier caso, ningún incidente por la 'buena receptividad' mostrada por los conductores, según indicó Lozano.