Zapatero pide en Rabat una solución rápida a la crisis con Madrid

José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer su visita a Marruecos para plantear al primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi, y al titular de Exteriores, Mohamed Benaissa, la 'conveniencia de restablecer el diálogo y la cooperación' con España antes del 1 de enero próximo. De paso, también expresó a los dirigentes marroquíes que 'sería deseable recuperar un espacio de pesca' para los barcos españoles. El ministro marroquí de Exteriores cargó de incertidumbre su respuesta a las peticiones de Zapatero: 'Vamos a esperar a que termine el viaje'.

El dirigente socialista en ningún momento criticó al Gobierno español, y recalcó su interés en que el embajador de España en Rabat le acompañara en todas sus reuniones. Al abordar el contencioso del Sáhara, uno de los motivos que supuestamente llevaron al Gobierno marroquí a llamar a consultas a su embajador en Madrid el pasado 26 de octubre, Zapatero se mostró especialmente cuidadoso. El líder socialista defendió que había que 'mantener viva la llama de la esperanza' engendrada por la misión de James Baker, el ex secretario de Estado norteamericano, que propone una autonomía para el Sáhara en lugar del plan de arreglo que incluye la celebración de un referéndum de autodeterminación.

Ocho ministros y un consejero del rey Mohamed VI agasajaron ayer al secretario general de los socialistas españoles en un almuerzo durante su primer día de visita a Marruecos. Nunca las autoridades diplomáticas se habían volcado tanto con un dirigente político de un partido de la oposición. Ningún funcionario del protocolo marroquí recordaba ayer la visita de un huésped ilustre, como ha ocurrido ahora con Zapatero, en pleno Aid el Fitr, la segunda mayor fiesta del islam con la que concluye el mes de ayuno del Ramadán.