Gibraltar

Todos sabemos que España perdió Gibraltar y Menorca debido a ese conflicto civil y dinástico, español e internacional, que fue nuestra guerra de Sucesión. Se recuperó Menorca pero no Gibraltar, que desde 1704, confirmado en 1713 por la paz de Utrecht, está bajo soberanía británica. Que su aeropuerto, fuera de lo de Utrecht, está en tierra española, usurpada por el Reino Unido aprovechando nuestra debilidad en los siglos contemporáneos. La actual amenaza de un Gibraltar convertido en paraíso fiscal. Que Gibraltar es reconocida como colonia por la ONU. Que nuestra Constitución abre la vía autonómica a la recuperación española de la Roca. Pero recordemos al federalista Francisco Pi y Margall, ex presidente de nuestra Primera República, la de 1873, en el contexto de la última, y definitiva, guerra de Cuba: uno de los pocos españoles que, debido a sus principios democráticos y federalistas, no se sumó a la ola de patrioterismo que nos condujo al desastre de 1898; porque comprendió el derecho de un pueblo a decidir por sí mismo. El futuro de Gibraltar le corresponde principalmente a esos andaluces que también hablan inglés que son los gibraltareños. Gibraltar español, sí, pero no en contra de los llanitos.