Renfe y la comarca de la Cerdanya

Desde el pasado junio la comarca de la Cerdanya se ve afectada por un mal servicio en la línea de Renfe Puigcerdà-Barcelona. Lo que en un principio parecía un hecho ocasional se ha convertido en algo cotidiano: hacer transbordo en Ribes de Freser, en Ripoll y alguna vez en Vic. ¿Cómo es posible que esto ocurra? ¿Cómo se puede ignorar que a los pasajeros se les deja tirados en la estación de Ribes de Freser o donde se tercie?

Es inaudita la prepotencia de que hace gala el personal de Renfe. Sin previo aviso ni la menor información, los pasajeros tenemos que soportar, además, retrasos inexplicables. No se pude admitir semejante desfachatez. Renfe tiene la obligación de ofrecer al usuario un servicio digno.

Al señor Miguel Corsini, presidente de Renfe, habría que preguntarle: ¿a quién corresponde acabar, de una vez por todas, con esta situación?: Transbordos absurdos; retrasos en las salidas de los trenes, incluso en algunos casos de siete horas, todo un récord, con la consiguiente pérdida del autobús de línea Puigcerdà-La Seu d'Urgell, de la hora de consulta con el médico, del pasaje de barco o avión, de horas de trabajo, de clases y derecho a exámenes. ¡Realmente kafkiano!

¿Puede imaginarse el señor Corsini la sensación de impotencia y rabia que esto produce? ¡Basta ya! Tenemos todo el derecho y la obligación de exigir que se restablezca de inmediato la normalidad en la línea, y el presidente de Renfe, la responsabilidad de que se haga.-