Comarcas contestatarias

Las comarcas de Tarragona han sido históricamente problemáticas para el presidente de la Generalitat. A la suspensión de la visita de ayer a la catedral de Tortosa hay que sumar al menos otras tres ocasiones en que Pujol ha excusado su presencia. No en vano, el año 1990 está considerado por los convergentes como su annus horribilis en las comarcas de Tarragona. En marzo de aquel año un titular de este diario afirmaba: 'Pujol suspende su visita a Tortosa para evitar situaciones de tensión y violencia'. Exactamente igual que ayer. También en aquella ocasión los manifestantes de las comarcas del Ebro se oponían al trasvase: a Barcelona. Pero otros pedían el cierre de la central de Vandellós 2, y un tercer grupo que confirmó su asistencia a Tortosa se oponía al Plan de Residuos que pretendía ubicar un vertedero en la Conca de Barberà.

Tres meses después -en junio- Pujol excusó su visita a Gandesa (Terra Alta), donde debía inaugurar una estación de autobuses. El motivo era la protesta de Unió de Pagesos por los bajos precios de los frutos secos. El 26 de julio de 1990 el helicóptero del presidente de la Generalitat fue apedreado en Valls (Alt Camp).