El Ejército mata a otros dos miembros de Hamás

Israel ha lanzado una ofensiva de guerra sucia sin precedentes contra Hamás. En poco menos de 24 horas, los comandos y las fuerzas especiales del Ejército hebreo han logrado acabar con cuatro dirigentes de la guerrilla islámica -brigadas de Ezzedine al Kassam- y secuestrar a tres responsables del aparato político y militar del movimiento fundamentalista en Cisjordania.

Un helicóptero de combate asesinó ayer con cuatro misiles a dos activistas de Hamás cuando circulaban en su vehículo por una carretera entre Tulkarem y Nablús, al norte de Cisjordania. Un tercer militante que viajaba en el mismo coche y que resultó herido fue inmediatamente secuestrado por la dotación del helicóptero.

Cuando apenas había transcurrido una hora de esta operación, un segundo comando israelí irrumpió cerca de Nablús, también al norte de Cisjordania, para secuestrar a otro alto dirigente de Hamás en la zona. La operación de los israelíes se saldó con éxito, ante el estupor de los hombres que acompañaran al líder fundamentalista, que no pudieron hacer nada para defenderlo. Sin apenas darles tiempo a reaccionar, las tropas israelíes volvieron a repetir una operación similar en Hebrón, donde secuestraron a un alto dirigente de Hamás en esta ciudad.

Estas operaciones se producían un día después de que dos dirigentes de la guerrilla de Hamás fueran asesinados en Tulakarem y Hebrón. El saldo total de la ofensiva israelí contra Hamás, por el momento, es la de cuatro responsables militares asesinados y otros tres secuestrados. A estas cifras hay que añadirles las de un numero indeterminado de militantes y simpatizantes detenidos.

'Respuesta dolorosa'

Estas perdidas han colmado la paciencia del movimiento fundamentalista, que anunciaba ayer ya duras represalias contra Israel. 'La respuesta a estos actos será muy dolorosa y se lanzará en el momento adecuado', declaró Abdelaziz Rantisi, portavoz y responsable del aparato político de Hamás, desde Gaza, al tiempo que recalcaba que su milicia, las brigadas de Ezzedini al Kassam, estaban ya preparándose para 'golpear a los judíos'.

La crispación de los movimientos fundamentalistas, acosados a la vez por el Ejército israelí y por las fuerzas de seguridad palestina, ha empezado a inquietar a Yasir Arafat, quien ayer condenó públicamente y de manera enérgica los últimos asesinatos selectivos de Israel. Pero sobre todo Arafat aseguró que estos asesinatos creaban una 'situación muy delicada' en el interior de los territorios autónomos, donde día a día crece la oposición a cualquier negociación con Israel y a un alto el fuego.