España se pone a prueba con fuerzas mermadas

Los dos últimos años han sido espectaculares para la gimnasia artística española. Primeras medallas en Mundiales y Juegos Olímpicos, y finalistas incluso en la prueba más difícil, la de equipos, para chicos y chicas, diplomas olímpicos. Los Mundiales que empiezan hoy en Gante (Bélgica), pondrán a prueba el primer momento dulce. Pero con las fuerzas mermadas.

Han viajado seis mujeres y siete hombres. En España se han quedado dos bazas muy importantes, el campeón olímpico de salto Gervasio Deferr, y Laura Martínez, ambos lesionados. Además, el primer campeón del mundo español, Jesús Carballo, que vuelve, y Esther Moya (que quizá no participe en salto, su mejor aparato) llegan tocados tras sendas lesiones. Junto a ellos estarán los veteranos Sara Moro, Andreu Vivó o Alex Barrenechea, y otros debutantes, entre ellos dos niñas, Elena Gómez y Alba Planas, con una trayectoria impecable en la categoría júnior.

El objetivo femenino es repetir la final por equipos (esta vez con ocho en lugar de seis); colocar al menos a una finalista individual y luchar por alguna final por aparatos. Los chicos tienen aspiraciones más modestas. Estar entre los 12 mejores equipos sería un triunfo.

Serán unos campeonatos de transición, como siempre tras unos Juegos Olímpicos. Y con bajas, no sólo por retiradas o lesiones, sino por la situación mundial.