Una plaza rectangular

Encaramado sobre una altitud de 1.100 metros y protegido por su majestuosa fortaleza, cuyos orígenes parecen remontarse a la época fenicia, el municipio de Segura de la Sierra celebra sus fiestas en honor a la Virgen del Rosario, que históricamente han sido un referente para todos los habitantes de la comarca de la Sierra de Segura, en pleno parque natural.

Las estrechas y empinadas calles de esta pequeña villa, declarada conjunto histórico artístico y cuna del poeta Jorge Manrique, se quedan pequeñas para dar cabida a las miles de personas que hasta ella acuden atraídas por la singularidad de sus espectáculos taurinos, que tienen como escenario una atípica plaza de toros rectangular de piedra, antiguo patio de armas de la Orden de Santiago.

Con la ladera del castillo como gradas improvisadas, los segureños cuentan este año con dos festivales de lujo y gratuitos. Para mañana lunes, a partir de las cinco de la tarde, harán el paseillo José Mari Manzanares, Manuel Caballero, Manuel Díaz El Cordobés, Eugenio de Mora y José Mari Manzanares (hijo). Para hoy queda la fiesta de la Virgen del Rosario (12.00), el concurso de bolos serranos (16.00) o la música popular segureña a cargo de la banda de Los Pizarrines (14.00).