PNV y EA rechazan anular la aportación de Vizcaya a Udalbiltza pese a desconocer su uso

Las Juntas Generales de Vizcaya rechazaron ayer, con los votos de PNV y EA, la suspensión del convenio suscrito el pasado año entre la Diputación foral y Udalbiltza, la asamblea de cargos electos municipales nacionalistas surgida del Pacto de Lizarra, que supuso la concesión de una subvención de 93 millones de pesetas el año pasado. Los dos partidos que conforman el equipo de gobierno foral desestimaron la propuesta del PSE, pese a admitir que desconocen en qué se está gastando dicho dinero. 'El seguimiento de ese convenio se supone que se está realizando', afirmó el juntero Bittor Zarrabeitia (PNV), quien instó a la oposición a solicitar información sobre la actividad de Udalbide, la asociación creada por Udalbiltza para canalizar las ayudas institucionales.

Creada en febrero de 1999 como 'institución nacional vasca', la asamblea se ha desdibujado con la vuelta de ETA a las acciones terroristas y la posterior decisión del PNV y EA de excluir de los órganos directivos a EH, que entonces constituyó otra Udalbiltza. Como consecuencia de estos acontecimientos, han quedado muy recortados los planes iniciales de actuación de la asamblea. Por esta razón, el Gobierno vasco dejó sin efecto el pasado año los 25 millones de pesetas de subvención que había consignado en sus presupuestos. En cambio, las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya desbloquearon a última hora, en la última semana de diciembre de 2000, las aportaciones respectivas (64 y 92 millones de pesetas) en favor de la Udalbiltza controlada por el PNV y EA, que posteriormente anunció la puesta en marcha de un programa de actividades.

El debate sobre la controvertida entidad volvió ayer a las Juntas vizcaínas, tras haber pasado por las de Guipúzcoa, con la proposición de los socialistas de anular el convenio. El motivo, el desconocimiento 'del informe de actividades'. 'No sabemos si se ha reunido la comisión de seguimiento ni tenemos información de la asociación', expuso el portavoz del PSE Josu Montalbán. A su juicio, la suspensión de la ayuda debía ser un 'acto de responsabilidad jurídica' y un 'compromiso ético' de la Diputación. Montalbán calificó la ayuda de 93 millones de 'despilfarro'. Esther Martínez (PP) apoyó la propuesta del PSE y calificó la subvención de 'irresponsable manejo de fondos públicos'. 'Mantienen', dijo refiriéndose al PNV, 'intactos los compromisos con aquel pacto de Lizarra. Y eso es cinismo'.

El peneuvista Zarrabeitia reprochó que ningún grupo haya pedido un seguimiento de la actividad de Udalbiltza y opinó que se 'estaba prejuzgando de forma peligrosa'. 'No se aporta ningún dato de que el dinero se haya utilizado ilegalmente. Aquí no hay ningún escándalo económico.' Insistió en la que la asociación se creó 'con el objetivo de la construcción nacional de este país, desde el ámbito de la cultura y el euskera', pero que los nacionalistas no quieren esa meta a cualquier precio. '[La construcción nacional] sólo puede edificarse sobre la base de la negación de la violencia', afirmó.

Eugenio Iriondo (EA) dijo que la existencia de Udalbiltza 'ha sido muy positiva para este pueblo' y resaltó la existencia de un convenio 'en regla con una Udalbide oficial'. Julen Aginako, de Batasuna, se centró en la entidad auspiciada por los cargos públicos de su formación y criticó al PNV por 'alejarla de los objetivos que tenía cuando se creó'. 'Está muy viva y con buena salud', remarcó. La suspensión del convenio con Udalbiltza sólo fue apoyada por PP y PSE, mientras que Batasuna se abstuvo.