Vuelven las botellas a Anoeta

En cierto anuncio de televisión el reclamo consiste en afirmar que, 'por fortuna, hay cosas que no cambian'. En el fútbol más bien se tendría que decir que, 'por desgracia, hay cosas que no cambian'. En la primera jornada de la Liga volvieron los lanzamientos de objetos al campo, las pedradas a los autocares y las peleas entre los hinchas.

La afición de la Real Sociedad podría exponerse a un destierro como el que padecerá dentro de dos semanas, cuando tenga que jugar contra el Celta en Pamplona. El domingo se repitieron algunos hechos de la temporada pasada: el Athletic ganó de nuevo en Anoeta y otra vez se arrojaron botellas al césped. Si entonces fue Etxeberria quien tuvo que esquivarlas, ahora el objetivo fue Javi González. Una de ellas la recogió el árbitro, Carmona Méndez, quien reflejó lo ocurrido en su acta.

Pero éste no fue el único incidente. El sábado, antes de llegar a Mestalla, el autobús del Real Madrid fue apedreado. Tres lunas laterales quedaron hechas añicos. Ningún jugador sufrió daños.

En el derby andaluz Málaga-Betis hubo enfrentamientos entre sus seguidores. Al final, uno de los béticos resultó herido, aunque de escasa consideración.