Acuerdo global

Exceptuando a uno, se debe felicitar a los 186 países implicados en las negociaciones sobre el cambio climático en Bonn por haber logrado convertir el Protocolo de Kioto en un tratado internacional. Y en especial, a la Unión Europea que, (...) actuando con un criterio unificado y determinado, ha logrado lo que sus miembros, de forma individual, no habrían conseguido. Pero el mayor mérito hay que atribuírselo a los innumerables grupos de presión independientes y a los científicos que a partir de la Cumbre de Río de 1992 sobre la Tierra, hicieron del cambio climático un caballo de batalla que los Gobiernos ya no pudieron ignorar. (...) La reacción de euforia inmediata de Margot Wallstrom, comisaria europea de Medio Ambiente, es comprensible. (...) Pero la satisfacción por haber conseguido un acuerdo en Bonn no debe hacer olvidar el hecho de que todavía quedan muchas cosas por hacer. (...) Según determinados cálculos, el objetivo original de Kioto de lograr un promedio de reducción del 5,2% en el nivel de emisión de gases en 1990 por los más de 30 países más industrializados del mundo ha sido reducido al 1,8% para el año 2012. (...) En cualquier caso, el Protocolo de Kioto va a avanzar, y esto a pesar del papel negativo jugado por la Administración de Bush. EE UU representa el 25% del problema del cambio climático, y la contribución del Gobierno norteamericano para lograr una solución ha sido cero. No es demasiado tarde para un cambio de actitud, porque el liderazgo global al que aspira Bush significa también responsabilidad global. (...)

Londres, 24 de julio