La Audiencia de Granada absuelve al responsable de la 'carretera de la muerte'

La Audiencia de Granada ha decidido absolver al ex jefe de Demarcación de Carreteras de Andalucía Oriental, Rafael Villar, que ocupó este cargo durante los años (de 1987 a 1992) en que la vía entre Granada y Bailén era conocida como la carretera de la muerte, porque en el tramo entre Campotéjar y la Venta de la Nava se produjeron 60 accidentes mortales durante ese tiempo. La sentencia dice que el único acusado de este juicio no es responsable de los accidentes ocurridos.

Villar se enfrentaba a una petición de siete años de cárcel y otros siete de inhabilitación por presuntos delitos de prevaricación, imprudencia temeraria o grave con resultado de muertes, lesiones y daños, y contra la seguridad del tráfico. Las peticiones corresponden a las acusaciones particulares de familiares y afectados por los accidentes. El fiscal inició el juicio con el mismo criterio pero retiró la acusación en las conclusiones finales.

El tribunal argumenta la absolución al decir que el acusado carecía de competencia 'en materia de ejecución, señalización, modificación, explotación, conservación y reparación de las diferentes carreteras', y reafirma la declaración de Villar en la que aseguraba que estas actuaciones eran competencia de los jefes de servicios, que nunca alertaron al jefe de Carreteras de ningún problema en la vía que pudiera causar los accidentes.

En cualquier caso, aunque el acusado hubiera tenido competencias en la materia, la sentencia aclara que durante el juicio no se ha demostrado que en la carretera de la muerte hubiera 'curvas sin viabilidad en las que estuviese permitido el adelantamiento, peraltes incorrectos', ni que después de que la carretera entrara en servicio tras las obras de construcción 'se modificaran o borraran líneas continuas para convertirlas en discontinuas', con el supuesto objetivo (argumentado por la acusación) de conseguir la catalogación de vía rápida y de ese modo obtener financiación de fondos europeos.

En los informes de la Guardia Civil sobre los accidentes figura siempre como causa de los siniestros la imprudencia o el despiste del conductor, pero nunca se indica que la vía fuera la culpable.