El juez aprecia indicios de delito en la muerte de un especialista de cine

Las diligencias se están tramitando con el procedimiento abreviado por si los hechos, por los que hay cuatro imputados, fueran constitutivos de un presunto delito de homicidio imprudente. Las defensas de los imputados han recurrido la resolución. Una vez que ésta sea firme, el fiscal y las acusaciones particulares dispondrán de cinco días para formular su escrito de acusación y, en su caso, solicitar la apertura del juicio oral.

El auto indica en los razonamientos jurídicos que 'procede seguir los trámites' que establece la ley procesal para el procedimiento abreviado, al desprenderse 'de lo actuado que los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de un presunto delito de homicidio imprudente', según el artículo 142.1 del Código Penal.

El suceso se produjo a las seis de la tarde del 15 de octubre del año pasado, cuando el equipo de rodaje filmaba en el Viaducto el ensayo de la escena de un suicidio en la película Canícula. El actor especialista Álvaro Burgos Goizueta, de 21 años, que sustituía al protagonista del filme,se descolgó por el puente con una cuerda y cayó al vacío, precipitándose sobre la calle de Segovia. La víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico severo, con parada cardiorrespiratoria; una UVI móvil del Samur 092 lo trasladó al hospital Clínico, donde ingresó cadáver.

El rodaje se desarrollaba desde hacía tres días, tras haber solicitado la productora los permisos y las comunicaciones oportunas a las autoridades, ya que en el curso de la filmación se iban a disparar petardos simulando tiros.

Burgos Goizueta cayó de espaldas contra el asfalto, al parecer, por un error de medida en la dimensión que debía tener la cuerda de seguridad. Según los cálculos, la soga tenía 27 metros, al menos dos más de la distancia que había entre el lugar desde el que saltó el actor y el suelo, por lo que no le sujetó en la caída.