Portugal recortará su plan de obras públicas para controlar el gasto

La grave situación de las finanzas portuguesas fue denunciada recientemente por el ex primer ministro conservador, Aníbal Cavaco Silva, pero su alerta no fue tomada en consideración por el Gobierno socialista que preside António Guterres. Sin embargo, unos días después, el ministro de Finanzas, Joaquím Pina Moura, anunció la inminente elaboración de un presupuesto rectificador del ya aprobado y convocó el pasado lunes un consejo de sabios (ex ministros de Economía, Finanzas y gobernadores del banco central) para adoptar medidas de emergencia ante la crisis. Algunas de esas medidas podrían ser anunciadas hoy mismo.

El actual gobernador del Banco de Portugal, Vítor Constâncio, ha reconocido que algunas de las grandes inversiones públicas 'deberían ser revisadas para contener el gasto público'. A su juicio, 'el consumo público y el costo de los funcionarios de la Administración en Portugal son de los más altos de la Unión Europea y esa es una situación que nuestro nivel de desarrollo no puede soportar'. Ante esa situación, el gobernador del banco central ha propuesto 'una reducción gradual del gasto público' y 'una revisión de los grandes proyectos nacionales que aún no están decididos, ni comprometidos', como el plan de alta velocidad recientemente anunciado, el nuevo aeropuerto internacional de Lisboa, situado en Ota, e incluso la organización del Campeonato Europeo de Fútbol 2004, que necesitará la construcción de seis nuevos estadios y la remodelación de, al menos, otros cuatro,

Interés estratégico

No obstante, este último proyecto es considerado de interés estratégico y seguramente seguirá su curso. Su abandono sería considerado como una humillación nacional.

Por su parte, el ministro de Equipamiento y Obras Públicas, Ferro Rodrigues, ha admitido que algunos de los grandes proyectos nacionales 'podrían ser revisados', si bien 'los problemas actuales de la economía portuguesa no proceden de estos proyectos que, en su mayoría, aún no han comenzado'.

El aumento del gasto público que ya alcanza el 48% del PIB, la alarmante deuda del Estado, el final del periodo de privatizaciones, el aumento de la inflación, la menor recaudación de los impuestos previstos y el insuficiente crecimiento económico han provocado una crisis ya anunciada que ahora va a necesitar de un recorte draconiano de inversiones. Más del 80% del gasto público está destinado a la Administración, el Servicio Nacional de Salud, los municipios y la deuda pública.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya alertó recientemente que Portugal presentaba el mayor déficit de las balanzas corrientes y de capitales de las 30 economías más avanzadas del mundo.