Un fallo del sistema de refrigeración obliga a parar el reactor nuclear de Cofrentes

Los sistemas de detección y vigilancia de la central nuclear de Cofrentes decidieron en la tarde del domingo pasado provocar una parada no programada del reactor tras detectarse un fallo en el circuito de refrigeración de la planta. Según Iberdrola, empresa eléctrica propietaria del reactor nuclear, los técnicos se dieron cuenta de un aumento injustificado de las vibraciones de unas de las bombas de recirculación del agua del circuito de refrigeración de la central y decidieron llevarla hasta una situación de parada controlada.

'Tras las correspondientes inspecciones', según un comunicado de Iberdrola, 'se comprobó que la vibración de la bomba fue por causa de la pérdida de aceite de uno de los cojinetes del motor de la bomba'. A lo largo de la noche del domingo al lunes, los tecnicos repararon la avería y durante el día de ayer comenzaron los complejos protocolos para volver a arrancar el reactor.

Iberdrola insistió en que se trata de 'un problema mecánico (...) sin ninguna repercusión para la seguridad de la instalación ni para el medio ambiente'. En este sentido, la eléctrica recordaba en su informe anual del año 2000 que desde 1998 no ha habido ninguna parada automática. Sin embargo, en enero de este año ya se produjo una interrupción de este tipo 'por alta potencia térmica' al producirse un fallo mecánico del sistema de control de agua de alimentaicón. Y en febrero hubo otra parada manual (no programada) por una fuga de aceite en una válvula de control de unas de las turbinas.

Este tipo de problemas, según Iberdrola no afectan a la seguridad de la planta pero sí a su régimen de producción de energía. Cada detención implica parar de producir energía durante más de un día, puesto que la potencia máxima se ha de alcanzar progresivamente. Cofrentes produjo en 2000 más de 7.700 millones de kilovatios hora.