Gasol sólo habla en la pista

Estados Unidos, la NBA, draft, Grizzlies, Celtics... Ni una palabra ha dicho ni una palabra va a decir Pau Gasol sobre un tema que ha despertado un interés inusitado en el baloncesto y el deporte español, casi tanto como la final de Liga de la ACB: su casi segura inclusión entre los diez primeros de la lista de jugadores elegidos por los clubes de la NBA.

Antes de que dieran comienzo las eliminatorias finales de la Liga ACB, el pívot del Barcelona, en una nueva muestra de su madurez y ambición, anunció que había cursado su inscripción en el draft, preceptiva para aquéllos que, como él, todavía no han cumplido 21 años (los hará el 6 de julio). Agregó que si va a la NBA es para triunfar y que si las previsiones no le garantizan estar entre los 15 primeros retirará su candidatura. Después, y con la connivencia del club azulgrana, se impuso la ley del silencio en todo lo que haga referencia al draft, que se celebrará el próximo día 27 en Nueva York.

Así lo decidió y así lo ha cumplido. A medida que sus acciones suben como la espuma y que todos los entendidos en el draft le sitúan con seguridad entre los diez primeros, algunos incluso entre los cinco, él ha seguido callado y concentrado por completo en unas eliminatorias finales en las que ha destacado por encima de todos. Ya lo hizo en la fase final de la Copa. Superó la extraordinaria presión a la que se vio sometido -sabedor de que era objeto de atención prioritaria por parte de espectadores, rivales, ojeadores de la NBA y críticos- y condujo al Barça al triunfo. En la final, precisamente contra el Madrid, estuvo inconmensurable: 25 puntos (12 de 14 tiros libres), 6 rebotes, 3 asistencias y 8 faltas recibidas. Frente al Fórum, en los cuartos de final, y el Unicaja, en las semifinales, se ha mostrado imparable.

Aíto García Reneses, técnico azulgrana, no es amigo de adular a sus jugadores, menos aún a los más jóvenes, y menos aún de regalarles minutos, y por eso es tanto más valorable la cancha que le ha dado a Gasol, al que advierte que debe continuar mejorando.

Pero, con todas y cada una de sus actuaciones, Gasol, sin garantizar que ello le permita triunfar en la NBA, está evidenciando que sabe situarse a la altura de las mayores exigencias, responder a cuanto se le pide y, si lo exige el guión, fajarse con todos y cada uno de los pívots que le salen al paso: Williams, Bramlett, Abrams, Miller, Weis... Ahora tendrá que hacerlo ante Struelens, Meek o Iturbe. De nuevo intentará sobrevolar la serie y, si es posible, que no se llegue al quinto partido, fijado para el día 25, sólo dos antes de su cita en Nueva York.

Un marcaje especial

Huérfano de jugadores de características similares, Sergio Scariolo se pregunta cómo neutralizar a Gasol, informa Alberto Sanjuán. '¿Alguien más rápido, pero de sólo dos metros, contra un jugador de 2,14?, ¿mejor uno de 2,10, pero más lento?, ¿jugando en zona, lo que implica más facilidad para su tiro exterior?, ¿una defensa al hombre que le da ventaja bajo los aros?...'.

Para el técnico del Madrid, detener a Gasol es la cuadratura del círculo. 'No tanto por un problema de planteamiento táctico, sino por la dificultad física real que supone jugar contra alguien de sus características. Algo tenemos preparado, porque nuestra obligación es proponer otras fórmulas, pero no podemos pensar en parar a Gasol, sino en limitarlo', explica Scariolo, que quiere que Gasol esté lejos de los aros. La responsabilidad de frenarle recaerá en Struelens (2,06). Iturbe (2,00) será la segunda opción.