El juez pide depurar responsabilidades a los administradores de Sintel

Ha tenido que dictar el juez un auto de insolvencia definitiva (el paso previo a la quiebra) para que el Gobierno se haya metido de lleno en el asunto de la crisis de Sintel. El pasado 17 de abril todas las fuerzas parlamentarias votaron por unanimidad 'instar al Gobierno a seguir impulsando con su presencia el proceso de negociación de las partes afectadas para buscar una solución a la empresa'.

Sintel se halla en suspensión de pagos desde el pasado mes de junio y los interventores judiciales han dictaminado un déficit patrimonial de 20.000 millones de pesetas. La plantilla se halla en huelga indefinida desde el pasado mes de julio y hace 102 días que están acampados en el paseo de la Castellana de Madrid para pedir una solución por parte del Gobierno.

Ayer por la mañana, tanto el PSOE como IU exigían al Gobierno que pusiera en marcha esta petición parlamentaria. Un día antes, la dirección de la empresa había solicitado un tercer y último expediente de extinción de contratos que afectaba a los 960 trabajadores que no estaban incluidos. La empresa ha solicitado la extinción de la totalidad de los 1.808 empleos.

Manifestación

En la tarde de ayer los trabajadores de Sintel llevaron a cabo una masiva manifestación en Madrid, a donde se trasladaron varios cientos de personas de toda España para acompañar en la protesta. A la manifestación acudieron unas 10.000 personas y contaron con el apoyo de la plana mayor de los sindicatos mayoritarios. Marcelino Camacho, ex secretario general de CC OO no se quiso perder la protesta en la Puerta del Sol: 'Es un deber y un honor apoyar a los trabajadores de Sintel', afirmó. El secretario general de Minerometalúrgica de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, afirmó que 'la lucha se mantendrá hasta que se consiga una salida satisfactoria para los trabajadores en las negociaciones con el gobierno'.

También ayer por la tarde el Gobierno convocó para el próximo miércoles una reunión entre la dirección de Sintel y los trabajadores 'para buscar una solución negociada'. La reunión se celebrará en la sede de Ciencia y Tecnología, y actuará como mediador el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio.

El presidente del comité intercentros, Adolfo Jiménez, calificó ayer la iniciativa de 'positiva', aunque llegue 'con retraso'. Sin embargo, añadió que en esa mesa debe estar Telefónica, dueña de la compañía hasta abril de 1996 y la 'principal culpable de la crisis', según Jiménez. Los trabajadores han defendido desde el comienzo de la crisis que la solución pasa por encontrar un socio industrial y por que Telefónica garantice una cartera de pedidos. Fuentes de esta empresa señalaron ayer que no habían sido convocados a la reunión y que mantenían su idea de ser un cliente más de la compañía.

Sintel, filial de Telefónica hasta abril de 1996, en que fue vendida al empresario cubano-estadounidense Jorge Mas Canosa en una operación bastante opaca, ha ido de mal en peor desde entonces. En febrero pasado, Carlos Gila la compró por dos euros e intentó negociar con el Gobierno y Telefónica una salida económica sin resultado alguno.