El CSN afirma que las fisuras en la nuclear Ascó II no son peligrosas

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), máxima autoridad en materia de energía atómica, aseguró ayer que las fugas de agua radiactiva detectadas en la vasija del reactor de Ascó II (Tarragona) a raíz de la aparición de unas fisuras están 'muy por debajo del límite seguridad establecido'. Por tanto, señala el CSN, el incidente no tuvo en ningún momento la condición necesaria para calificarlo como de 'suceso notificable' en la escala internacional de valoración de accidentes nucleares.

Las fugas de agua radiactiva procedente del sistema de refrigeración del reactor se han producido en siete soldaduras de sellado de los tubos, que se acoplan a la vasija y que sirven para introducir los elementos de control del estado del reactor (como la temperatura o la presión del mismo). Las asociaciones ecologistas se apresuraron ayer a calificar el incidente de 'importante' y vincularon el suceso al aumento de potencia que aplican los dos grupos nucleares del complejo atómico de Ascó.

Según el máximo órgano regulador, la inspección de los conductos que permitió descubrir la fuga se realizó porque se habían identificado fugas similares en centrales de diseño parecido a la de Ascó en 20 complejos atómicos de Estados Unidos Suecia y Bélgica. La fuga era visible a simple vista debido a que el agua radiactiva, al evaporarse tras haber salido a la superficie, dejó un rastro de ácido bórico. La fuga era conocida por la autoridad atómica, aunque no era de obligada comunicación ya que, según fuentes del CSN, nunca llegó a ser mayor del galón por minuto (un galón equivale a 3,78 litros), máximo permitido en el protocolo de funcionamiento de la central.