Zaplana renuncia en su reciente libro a la 'necesaria reforma' del Senado que defendía en 1995

Las mayorías absolutas del PP en la Generalitat Valenciana y el Estado han desinflado el tono del discurso autonomista que propugnaba Eduardo Zaplana en 1995, cuando sólo era candidato. La encendida defensa del poder valenciano que enarbolaba Zaplana en la campaña electoral previa a las elecciones autonómicas de 1995 y la apuesta por la inmediata definición de las competencias del Estado y las comunidades autónomas en aras de la Administración única han sido atemperadas por el ejercicio del poder.

Más aún, la 'necesaria reforma del Senado como Cámara de las Autonomías' para 'fortalecer la definición territorial' de la Comunidad Valenciana, que Zaplana defendía en el texto de la conferencia que debía haber presentado en el Club Siglo XXI de Madrid en enero de 1995 y que fue suspendida debido al asesinato de Gregorio Ordóñez, desaparece en El acierto de España. No en vano, el PP plantea una reforma del Senado que no pasa de una revisión de su reglamento.

El presidente ya no menciona la Cámara Alta a pesar de que su propio discurso parece abocarle a una reforma de la misma. Por eso sugiere la constitución de un organismo de nueva creación, la Conferencia de Cooperación Autonómica, que asumiría el papel de un Senado con auténtica vocación territorial.

Incluso las primeras pinceladas sobre un nuevo modelo de financiación autonómica planteadas en 1995 han sido matizadas. Zaplana trasladaba entonces la corrección de desequilibrios financieros en exclusiva al Fondo de Compensación Interterritorial, pero ahora suaviza esa versión. Como broche, evita la expresión Estado español -para felicidad del socialista José Bono- que sí utilizaba cuando sólo era candidato.