Las cementeras incinerarán 40.000 toneladas de harinas animales

Las cementeras asentadas en la Comunidad Valenciana incinerarán 40.000 toneladas de harinas de origen animal en el plazo de un año en virtud de un convenio aprobado ayer por el Consell para acelerar la destrucción de los piensos causantes de la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como mal de las vacas locas. El convenio afecta a las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente y a las dos empresas cementeras asentadas en la Comunidad, Valenciana de Cementos y Asland, que tienen fábricas en Sagunto, Buñol, San Vicent del Raspeig y Alicante.

El acuerdo prevé que las empresas cementeras prepararán los silos y los inyectores de materiales combustibles para generar un máximo del 10% de la energía calorífica necesaria en la producción de cemento a partir de las harinas animales y, a cambio, el Consell pagará a razón de 12 pesetas por kilo de harina destruida hasta compensar las inversiones necesarias.

La Comunidad Valenciana es la primera comunidad autónoma que se acoge a las recomendaciones del Gobierno para destruir las harinas de origen animal a través de su utilización como combustible en la producción de cemento. Las garantías sanitarias y medioambientales del procedimiento serán definidas en el próximo Consejo de Ministros, pero la Generalitat ha establecido ya los requisitos para el transporte de las harinas y para su control previo a la incineración, según explicó ayer Fernando Modrego, consejero de Medio Ambiente.

PORN de Pego

El Consell también acordó suspender cautelarmente la vigencia del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Marjal de Pego-Oliva, decisión que hace prever una sustancial modificación del plan. Modrego, que explicará hoy esta medida, también trasladó al Consell el anteproyecto de ley de ruido que pretende combatir la contaminación acústica de acuerdo con las últimas directivas europeas. El texto en trámite prevé la consideración de factores acústicos en la elaboración de futuros planes urbanísticos; la regulación de tráfico rodado; el control de las actividades que generan mayores ruidos; y, por otra parte, la construcción de pantallas acústicas; el revestimiento de carreteras y vías férreas; o el aislamiento de viviendas, entre otras medidas para reducir la contaminación acústica, sobre todo en las ciudades valencianas.

La Consejería de Bienestar Social, por su parte, sometió al Consell el proyecto de ley de mediación familiar, que pretende establecer instrumentos administrativos para intentar solucionar conflictos surgidos en la convivencia familiar como paso previo al recurso a los tribunales.

En el capítulo de ceses y nombramientos, el Consell se dio por enterado de la renuncia de Andrés Pedreño como rector de la Universidad de Alicante. Pedreño renunció al cargo el pasado 22 de diciembre. La publicación de su cese en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana supondrá el pistoletazo de salida del proceso electoral para su relevo al frente de la Universidad de Alicante.