UN OVNI EN EL PARAÍSO

Algunos afirman que la cuna de las civilizaciones antiguas hay que buscarla en el Altái, y entre los que así piensan figuran quienes creen que ellas nacieron gracias a los extraterrestres. De ahí que no sea muy extraño que de vez en cuando aparezcan platillos volantes en esa remota región: los padres fundadores seguramente se interesan por los frutos que han dado las semillas que en su tiempo dejaron. El último ovni visitó Altái el fin de semana pasado, y prácticamente paralizó el aeropuerto de Barnául, capital de la región. Después de que varias tripulaciones aseguraran haber visto un objeto volante no indentificado sobre el aeropuerto, un avión de carga Il-76 se negó a despegar. Como explicó Iván Komarov, director general de la compañía de aviación Altái, el piloto del Il-76 dijo que el ovni luminoso representaba un serio peligro para la seguridad de los vuelos y declaró que no tenía derecho a arriesgar la vida de sus compañeros. En la hora y media que permaneció el ovni sobre Barnaúl, hubo que desviar varios aviones hacia otros aeropuertos. Altái es una región de altas montañas, lugar de peregrinación de gente con espíritu místico. El famoso pintor Nicolás Roerich creía que en una de ellas -Beluja- se encontraba el Shambalá, especie de paraíso, y los antiguos creyentes ortodoxos llegaron allí en busca de Belovodi -Aguas Blancas-, la tierra prometida que pensanban encontrar después de que fueron desterrados de las zonas centrales de Rusia.-