41 diputados del Consejo de Europa reclaman el traslado del 'Tireless'

'Los abajo firmantes piden el traslado del sumergible Tireless [para su reparación]', reza el texto de la declaración firmado por ocho diputados españoles y 33 del resto de Europa entre los que no figura ningún británico. Las firmas, que representan a la mitad de los asistentes a la asamblea, fueron recogidas por el diputado socialista español Luis Yáñez.

El texto insiste en que el puerto de Gibraltar 'no está equipado en origen, y tampoco lo está ahora, para trabajos de esa índole'. Reconoce que el riesgo del arreglo en la colonia 'para el medio ambiente y para la sanidad humana (...) no son demasiado grandes', pero recuerda que la gran mayoría de la población del Peñón y del Campo de Gibraltar pide el traslado del sumergible.

El embajador británico en Madrid, Peter Torry, alargó ayer un poco más el plazo de estancia del Tireless en la colonia. El presidente José María Aznar y algunos de sus ministros habían indicado que, si se cumplían los plazos, el submarino zarparía a finales de marzo o principios de abril.

Torry señaló ayer, en declaraciones a TVE, que la reparación estaría terminada para finales de marzo y que a 'finales de abril' el sumergible abandonará Gibraltar, dónde está fondeado desde el pasado mes de mayo. Después de la reparación 'tenemos que preparar el submarino y a la tripulación porque, después de un año en puerto, necesitamos un poco de tiempo', dijo.

La plaforma cívica contra la presencia en Gibraltar del submarino tiene la intención de promover un paro general en el Campo de Gibraltar, junto a organizaciones sindicales y empresariales. La huelga se iniciaría cuando tuvieran conocimiento del arranque del reactor nuclear, una vez concluida la reparación. Éste será, supuestamente, el momento de mayor riesgo. El paro que quiere convocar la plataforma no debe ser 'pasivo' sino que pretende que vaya acompañado de actos de protesta paralelos, indicó su portavoz, Miguel Alberto Díaz. Uno de los objetivos es acercarse hasta el submarino atracado en un muelle de Gibraltar.

La prensa gibraltareña se alarmó de las largas colas, de hasta tres horas de duración, que se formaron el jueves por la noche para entrar en la colonia. Los aduananeros españoles registraban sistemáticamente todos los vehículos.

El incremento de los controles en La Verja es relacionado con el deseo, formulado en Londres el martes por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, de reabrir la discusión sobre la soberanía de la colonia.