Los vecinos reclaman sus raíces

Los vecinos ejercitaron ayer pacíficamente su derecho a expresarse. En el hemiciclo municipal, cuatro de las cinco entidades ciudadanas de El Cabanyal expresaron su oposición al plan urbanístico que cambiará la fisonomía de su tradicional barrio. Una anciana, una niña y dos hombres reclamaron el derecho a recoger la herencia de sus mayores y a dejar a sus hijos la memoria de un barrio de pescadores que quiere seguir conviviendo en las mejores condiciones.

Uno de ellos llegó a hablar de 'genocidio' cultural por parte del equipo de gobierno municipal y el Partido Popular. La representante de la asociación juvenil favorable a la prolongación de la avenida y la división del barrio justificó su postura por las inversiones prometidas por la Administración que servirán para detener la degradación del barrio.

Tras la aprobación provisional del plan urbanístico, varios miembros de la plataforma Salvem El Cabanyal-Canyamelar se tiñeron con pintura roja como una metáfora de la herida de muerte propinada al barrio y fueron desalojados por la policía. En la calle un centenar de vecinos protestó con una cacerolada contra el plan.