Vecinos de Osona acuden al TSJC para que no se abra una planta de purines

Un grupo de cinco vecinos ha presentado una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en la que solicita que no se autorice la apertura de la planta de tratamiento de purines de Santa Maria de Corcó (Osona). Los demandantes consideran que el emplazamiento escogido es inadecuado y que la puesta en marcha de la planta perjudicará a los vecinos de la zona y a la actividad turística.

La denuncia también asegura que se produjeron varias irregularidades en el procedimiento administrativo para la construcción de la planta, ya que el informe del arquitecto municipal se redactó con anterioridad a la solicitud de licencia de obras. La demanda recoge también otros motivos, como el hecho de que se haya escogido la ubicación de la planta por criterios económicos y de forma arbitraria sin tener en cuenta el valor paisajístico de la zona o que en las cercanías esté situado un cámping.

El documento de los vecinos denuncia, además, que la planta vulnera la ley que obliga a situar las instalaciones que realizan actividades insalubres a más de dos kilómetros de distancia de un núcleo urbano, que no respeta las distancias respecto a las granjas del entorno y que no dispone de un plan de emergencia para casos de incendio.

La planta de Santa Maria de Corcó es la segunda de las tres que habrá en la comarca de Osona y ya tiene permiso para empezar las pruebas previas a su puesta en funcionamiento. Pese a que autoriza estas verificaciones concretas, la comisión de seguimiento de las plantas de purines ha reiterado que este equipamiento no empezará a estar activo hasta que la instalación de las mismas características de Les Masies de Voltregà funcione a la perfección.

El Grupo Guascor, propietario de esta planta, ha invertido 500 millones de pesetas para eliminar el mal olor que desprende, pero los vecinos aún se quejan de algunos problemas aislados.

Pendientes del mal olor

De la eliminación del mal olor producido por la planta de Les Masies depende la apertura de la instalación de Santa Maria de Corcó, que desde la semana pasada tiene autorización para empezar los procesos previos a su puesta en marcha. De todas formas, la apertura de esta última aún se retrasará un tiempo hasta comprobar que su funcionamiento no causará los mismos problemas que la otra planta, objeto de numerosas quejas de vecinos, instituciones y grupos ecologistas.