Agentes de calle para atajar el terrorismo de ETA

La preocupación del Departamento de Interior por la escalada terrorista es evidente, y no sólo en las medidas adoptadas dentro de la nueva relación de puestos. El equipo de Interior no es ajeno a la percepción que los ciudadanos vascos tienen de su gestión al frente de la Seguridad Pública. El último Euskobarómetro ha revelado que el descontento ante la incapacidad del actual equipo de Interior de atajar o prevenir la violencia callejera ha hecho mella en el propio electorado nacionalista. El 55% de los votantes nacionalistas suspende abiertamente a Balza en su lucha contra la kale borroka y casi tres de cada cuatro encuestados (el 71% exactamente) considera a su Gobierno incapaz de hacer frente a los jóvenes que apoyan a ETA quemando cajeros, autobuses, automóviles de ertzainas o concesionarios.

En el borrador de la RPT, Interior prevé reforzar la Unidad de Investigación y Análisis, heredera en parte de los antiguos Adjuntos a la Viceconsejería de Seguridad (AVCS). Dicha unidad se dedica preferentemente a la lucha contra el terrorismo, aunque sus integrantes también persiguen a los integrantes de cualquier tipo de banda organizada de delincuentes. El documento que ahora negocian sindicatos y departamento prevé reforzar esa unidad con 103 agentes más y pasar de 269 efectivos a 372. Históricamente sindicatos como Erne, Comisiones y UGT han mostrado abiertamente sus críticas a este grupo, integrado casi al 100% por agentes designados a dedo y básicamente afines al PNV. Y en algunas ocasiones se ha acusado a los agentes de este grupo de dedicarse más a investigar aspectos "internos o políticos" que a estar en la primera línea contra ETA.

Fuentes del Departamento de Interior indican que el refuerzo de la Unidad de Investigacion y Análisis pretende también dotarla de agentes no sólo encargados de procesar la información incautada a los comando de ETA o de cualquier otro tipo de banda organizada. "Queremos que esta unidad tenga gente que no sólo procese datos en la mesa como hasta ahora, sino que salga a la calle y actúe a pie de obra", aseguran dichas fuentes.

Las centrales sindicales de la Ertzaintza consultadas tienen grandes reservas sobre la viabilidad de un plan para cambiar la mentalidad de este grupo operacional que consideran está formado por "protegidos y afines" al PNV.