Al menos 40 personas mueren al caer un avión Antonov en la capital de Angola

Fallo técnico

Un avión modelo Antonov se precipitó ayer al suelo poco después de despegar del aeropuerto de la capital angoleña, Luanda, causando la muerte al menos a 40 de sus ocupantes, según informaron fuentes oficiales. Se trata del segundo accidente que se produce en el país en un mes. En ambos casos los aviones siniestrados eran de fabricación rusa. El pasado día 1, 48 personas murieron en el noroeste de Angola cuando se estrelló otro Antonov.La radio angoleña informó de que el aparato estaba en llamas antes de precipitarse contra el suelo. Al menos uno de los fallecidos podría ser una persona que se encontraba en el lugar contra el que se estrelló el aparato, que había sido alquilado por la compañía local de transportes Asa Pesada. Sin embargo, según técnicos de la torre de control, se trataba de un "vuelo militar", aunque se negaron a dar detalles del mismo.

El aparato se dirigía a una región situada a unos 1.200 kilómetros al suroeste de la capital y acababa de despegar, poco antes de la una de la tarde, cuando se produjo la catástrofe.

Testigos presenciales aseguraron que todos los cuerpos encontrados en el lugar del accidente se encontraban carbonizados. Las autoridades confirmaron que no había supervivientes.

Las primeras hipótesis apuntan a que la tripulación perdió el control del aparato a poco del despegue. El lugar del accidente se encuentra a 800 metros de una zona residencial de la capital angoleña. Según una fuente militar, también hay un campo de refugiados en las cercanías.

Angola ha sido el escenario de numerosos accidentes aéreos en los últimos tiempos, en los que siempre se encuentran implicados el mismo tipo de aparatos que en su momento fueron vendidos por la Unión Soviética al régimen marxista que había en Luanda. La guerrilla que lucha contra el Gobierno angoleño -la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola, UNITA- y que desde hace años protagoniza una sangrienta guerra civil, ha reivindicado en numerosas ocasiones la caída de los aparatos como si fueran derribos ocasionados por sus efectivos mediante el empleo de fuego antiaéreo.

La última vez que UNITA se atribuyó la responsabilidad en un accidente fue en el siniestro del pasado 1 de noviembre. Sin embargo, fuentes militares rechazaron desde el primer momento esta posibilidad y atribuyeron el accidente a "un fallo técnico". Fuentes occidentales no descartaban ayer la hipótesis de un sabotaje.La Asociación de Pilotos Angoleños (ASPA) pidió ayer a las autoridades angoleñas la suspensión de los vuelos de aviones Antonov en el conjunto del país.